Los cuidados dietéticos siempre se han considerado importantes en la enfermedad renal crónica (ERC), para prevenir el sobrepeso y la desnutrición en todos los estadios, especialmente esta última en los pacientes en diálisis.
La primera premisa es garantizar un adecuado aporte calórico, proteico y mineral. Las recomendaciones de nutrientes deben adecuarse al peso ideal y corregirse para el gasto energético y la actividad física del paciente. Existen alimentos que cuentan con una alto contenido de ácido los cuales perjudican su salud, causando una acidosis metabólica, por ello a continuación le explicaremos cuales son y sus efectos en el cuerpo.
¿Qué son los alimentos?
Según la OMS, los alimentos son cualquier sustancia, procesada, semiprocesada o cruda que se utiliza para el consumo humano, incluye bebidas. Estos contienen los elementos necesarios para el mantenimiento de las funciones vitales de nuestro cuerpo.
“El valor nutritivo de los alimentos depende de la cantidad y calidad de sus componentes, así como de la presencia o ausencia de sustancias que afecten a su utilización nutritiva (digestibilidad, absorción o metabolismo) o con efectos tóxicos”.
Los alimentos se han clasificado de acuerdo a su valor nutritivo en seis grupos básicos. De estos, dos pertenecen a alimentos de origen animal y cuatro de origen vegetal, por supuesto, cada uno ofrece diferente calidad de proteínas.
¿Qué alimentos tienen un alto contenido de ácido?
Podemos considerar como alimentos ácidos aquellos que tienen un nivel de pH de 4.6 o menor. Estos alimentos se deben moderar en su consumo:
- Azúcar
- Productos lácteos
- Pescados y carnes procesados
- Alimentos procesados
- Refrescos y otras bebidas edulcoradas
- Alimentos y suplementos ricos en proteínas
- Frutas: Limones, limas, ciruelas, uvas, granadas, piña y naranja.
- Verduras: Repollo, remolachas, maíz y col rizada.
¿Qué es la acidosis metabólica?
La acidosis metabólica es el trastorno del equilibrio ácido base que más se asocia a la enfermedad renal crónica. En condiciones normales, uno de los principales mecanismos de eliminación del exceso de ácido del organismo es a través de los riñones mediante la excreción urinaria de ácidos.
¿Cómo afecta a los riñones y cuales son los efectos al paciente?
Conforme la enfermedad renal progresa, los riñones son incapaces de compensar la sobrecarga de ácido desarrollando un estado de acidosis crónica. Esta situación de acidosis produce múltiples efectos mortales entre los que destacan la progresión de la enfermedad renal, deterioro del estado nutricional, pérdida de masa ósea e inflamación crónica entre otros, incrementando la morbimortalidad del paciente con ERC.
La importancia de una dieta balanceada.
Durante varias décadas, la investigación sobre la terapia dietética para pacientes con ERC no dializados se ha centrado principalmente en su capacidad para retrasar la progresión. Sin embargo, varios estudios publicados en los últimos años indican que independientemente de si la dieta puede retrasar la progresión de la ERC, las dietas bajas en proteínas bien diseñadas pueden proporcionar una serie de beneficios. Así, según los autores de una nueva revisión publicada en el Clinical Journal of the American Society of Nephrology, la terapia dietética puede beneficiar a los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada (ERC) en transición a la terapia de reemplazo renal (TRR) o que ya están en diálisis.
Las dietas adaptadas renalmente pueden reducir la retención de sodio, potasio, fósforo, ácidos y agua que contribuyen a los estados dañinos, como el estrés oxidativo, el edema, la insuficiencia cardíaca, la hipercalemia, la hiperfosfatemia, la acidosis metabólica y el hiperparatiroidismo.
Las dietas bajas en proteínas con una ingesta diaria de proteínas de 0.6-0.8 g / kg / día y las dietas muy bajas en proteínas complementadas con aminoácidos esenciales o cetoácidos pueden retrasar el inicio de la diálisis al reducir la toxicidad urémica.
Un objetivo importante de las dietas amigables para los riñones es prevenir la desnutrición. Las dietas renales deben elaborarse para evitar el desperdicio de energía proteica. Los pacientes también necesitan una ingesta energética adecuada, junto con suficiente calcio, oligoelementos (por ejemplo, hierro, zinc, selenio) y vitaminas, particularmente vitamina B6, ácido fólico, vitamina C, colecalciferol y 1,25-dihidroxicolecalciferol.
Debemos recordar que la dieta occidental típica, rica en proteína animal, tiene una gran carga de ácido. Por el contrario, una dieta rica en frutas y verduras, contiene una mayor cantidad de precursores de base.
Es necesario fomentar políticas públicas que estimulen la ingesta de frutas y verduras a lo largo de la vida, y el suministro adecuado de proteínas, principalmente de origen animal, para que no supere el consumo diario recomendado, no haya volubilidad en el equilibrio ácido-base y atenuar el riesgo de enfermedades crónicas.
Genere un plan de alimentación en conjunto con su nutriólogo, acorde a sus necesidades para mejorar su calidad de vida. ¡Lo queremos, sano, productivo y feliz!